A papá lo quiero mucho,
por eso sobre él me siento
y al oído le susurro:
-Papá, ¿me cuentas un cuento?
En seguida me pregunta:
-¿Aquél de pan y pimiento...?
-¡Ese no, que no me gusta
y además dura un momento!
Pero mi mueca de enfado
papá la borra de un beso
y me cuenta el cuento largo
de dos perritos y un hueso:
Uno solía comer migas;
el otro, pastel de queso
y se emperraron un día
por un hueso de gran peso.
Y la historia es tan tremenda
y yo escucho tan atento
que al acabar, de merienda,
¡pido bocata de cuento!
Del libro Yeray poeto (Colección "Ajonjolí- Editorial Hiperión)
Mar Pavón
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