Habia una vez
un pez sin aletas
muy quieto en corales
del fondo del mar.
Pero una sirena
que vio su tristeza
sentóse a su lado
con brillo lunar.
Tocó suavemente
sus bellas escamas
y dos aletas grandes
pudieron nadar.
El pez dio las gracias
a la bella dama
que fuera su hada
en el fondo del mar.
Autora: María Marta Britos
País: Argentina
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