
Hace muchos y muchos años, vivía Urashima en una isla del Japón. Era el único hijo de un matrimonio de pescadores muy pobres cuyas únicas pertenencias eran una red, una pequeña barca y una casita cerca de la playa. Pese a ser tan pobres, los padres de Urashima querían mucho a su hijo, un muchacho sencillo y muy bueno.
Un día, cuando Urashima volvía de pescar vió como unos niños estaban pegando a una enorme tortuga. En ese momento Urashima se enfadó muchísimo y fue hacía los críos para reprenderlos y salvar la tortuga. Cuando acabó de hablar con los niños y estos se fueron cabizbajos, cogió la tortuga y la llevó al mar. Cuando vió que la tortuga reaccionaba al contacto con el agua y se podía mover y nadar, regreso a casa la mar de contento.

Urashima se casó con Otohime, la hija del rey del mar, y pasaron una semana de una felicidad completa. Pero al cabo de esos días, Urashima pensó que sus padre debían de estar preocupados por él, y decidió subir a la superficie para decirles que se encontraba bien y que se había casado. Otohime comprendió a su marido, y dio un pequeña caja de laca atada con un cordón de seda. Cuando se la dio, le dijo que si quería volver a verla no la abriera.

Cuando Urashima llegó al pueblo, todo había cambiado, ya no reconocía ni las casas ni a las personas. Y cuando busco la casita de sus padres sólo vio un gran edificio en el que nadie sabía nada de unos ancianos. Finalmente, un señor viajo, viendo la desesperación de Urashima empezó a recordar y le explicó que no lo recordaba muy bien, porque había pasado mucho tiempo atrás, pero que recordaba a su madre explicarle la desdichada suerte de un par de ancianitos cuyo único hijo salió a pescar y no regresó jamás. Urashima empezó a comprender: mientras vivió en la ciudad del mar había perdido la noción del tiempo. Lo que le habí

Se dirigió a la playa, y sin saber que hacer abrió la caja que le había dado su mujer. Al instante un viento frío salió de la caja y envolvió a Urashima. Éste recordó lo que le había dicho su mujer pero de pronto se sintió muy cansado, sus cabellos se volvieron blancos y cayó al suelo. Cuando a la mañana siguiente fueron los muchachos a bañarse, vieron tendido en la arena a un anciano sin vida. Era Urashima que había muerto de viejo.
muy bueno el cuento me quede como wooooooooo fue muy genial me encanta y nos deja una cosa que pensar sobre la vida.... :)
ResponderEliminarLo leí de pequeña y me encanto, gracias por volver a traerlo a mi.
ResponderEliminarMe he hecho seguidora del blog, me gusta muchisimo
Gracias Lorraine. Un abrazo :)
ResponderEliminarMuy bueno! Yo lo lei en el cole y lo tuve ke buscar para hacer uan activiadades,!pero la verdad ke esta muy bueno y muy buennn escrito!! Besos Martu!
ResponderEliminarGracias Martu... besos :)
Eliminarque lindo conmobedor
ResponderEliminarLindo cuento, recuerdo lo leí por primera vez cuando estaba en el colegio y me gusto mucho, despues de muchos años cuando mi hija tenia 4 años le lei el cuento y le encanto. Todos los días se lo contaba antes de dormir.
ResponderEliminarMe alegra encontrarlo nuevamente.
Muchas gracias
Muchas gracias a ti Rommel, un cordial saludo :)
EliminarOjalá le saquen un manga y después anime, sería triste
ResponderEliminarMuy genial historia, ojala que le saquen un manga un anime eso sería estupendo
ResponderEliminarOjalá le saquen un manga y después anime, sería triste
ResponderEliminarYo me lei otra version, y casi que me gusta mas la otra, tiene algunas partes diferentes
ResponderEliminarLo busque varias veces...hasta que por fin lo encontré!!! Lo lei en la primaria alla por los 90.
ResponderEliminarAhora lo comparti con mi esposa y mis hijos y quedaron encantados.
Gracias por la publicacion.
Lo leí en versión original cuando yo era adolescente y me gusta tanto que lo he usado como ilustración para la predicación del evangelio es una linda obra la aprendí y hoy la puedo hasta narrar de mente
ResponderEliminarExcelente
ResponderEliminarEsta muy buenaaaa😊😊😊😊😊 me encanto😆😅😄😄😄😄😄
ResponderEliminar😊
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